Los electores quebequenses optaron por el cambio. Castigaron el Partido Liberal (PLQ) reduciéndolo a su más mínima expresión en 150 años, con 25% de los votos y sólo 32 diputados. Encarnaron la voluntad de cambio en un gobierno mayoritario de la derechista Coalition Avenir Quebec (CAQ) de François Legault con 37% y 74 diputados. Abandonaron masivamente al Partido Quebequense (PQ), que con sólo 17% de los votos y apenas 9 diputados perdió estatus de partido político reconocido en la Asamblea Nacional. Dieron un resultado histórico al progresista Quebec Solidario (QS) que se expande fuera de Montreal y que con 16% (1% menos de voto popular que el PQ) obtuvo 10 diputados. QS ganó su apuesta de suplantar al PQ, aunque no alcanzó tampoco el estatus de partido oficial.
Para moderar ardores, destaquemos que la participación bajó al 68% de los votantes; menos que en 2014 (72%) y 2012 (75%). Ciertamente, se rompió el bipartidismo tradicional, quedemos escépticos, hasta prueba de lo contrario, la CAQ respete su firma e instaure un sistema electoral proporcional mixto. Sobre todo cuando ese sistema, benefició esta vez a la CAQ que con sólo el 37% del voto popular, tiene el poder absoluto en la Asamblea Nacional.
Liberarse por Fin de los Liberales
Aunque se trató de las primeras elecciones, desde 1976, sin confrontación entre federalistas y soberanistas, no se tradujeron en la confrontación de proyectos de izquierda ó derecha. Ciertamente, postergó las perspectivas de independencia de Quebec ad calendas graecas. Luego de una campaña centrada en promesas clientelistas, intercambiables entre los diferentes partidos, dominó el cambio a toda costa. La pregunta de la urna, fue la de cambiar a los liberales.
Por lo pronto, la nueva Asamblea Nacional siguió siendo de derecha y federalista: e mantuvo a la derecha cuenta con 105 diputados de derecha o federalistas y con sólo 19 diputados progresistas o soberanistas oficialmente independientes. La CAQ benefició de la sobrerrepresentación que otorga el sistema electoral uninominal por circunscripción para con sólo 37% del voto popular obtener 59% de los escaños en la Asamblea nacional.
Derrota Histórica del PLQ
Al final de la morosa campaña del gobierno liberal saliente, los electores infligieron una de las peores derrotas al PLQ. Los liberales, desgastados por 15 años de gobierno, apenas alcanzaron el 25% de los votos. Eligieron apenas 32 diputados. En las últimas elecciones (2014) habían obtenido 41% de los votos y un gobierno mayoritario con 70 diputados.
Es evidente que los quebequenses castigaron los recortes de servicios públicos y la política de austeridad impuesta por el gobierno liberal. Philippe Couillard no consiguió hacer olvidar los recortes en salud, en educación en servicios a la tercera edad, entre otros. No pudieron convencer de que el rigor presupuestario de sus primeros dos años fuera el costo necesario para sanear las finanzas públicas y obtener la aprobación de las agencias de cotización.
Ello se agregó al desgaste de 15 años casi ininterrumpidos de gobiernos liberales, marcados por las denuncias de la Comisión Charbonneau y la reingeniería del Estado del gobierno Charest.
La reconstrucción del PLQ será ardua. Sufrió su peor derrota en 150 años. Quedó reducido principalmente, salvo raras excepciones, a ser el partido de las circunscripciones mayoritariamente anglófonas. Couillard no renunció inmediatamente la jefatura del PLE, pero lo hará en los próximos días. Sus colegas, acostumbrados al poder, le seguirán. Tendrán dificultad en encontrar un nuevo líder porque hasta el aspirante presunto, Pierre Moreau, perdió en Châteaugay.
CAQ: Quebec sigue gobernado por la Derecha Federalista
El mapa quebequense viró, casi completamente, a celeste. La CAQ domina todas las regiones de Quebec. Consiguió representar por primera vez dos circunscripciones de la isla de Montreal. François ganó su apuesta de encarnar el cambio, desmintiendo las encuestas que auguraban un gobierno minoritario.
A pesar de que cometió errores garrafales durante la campaña, la CAQ consiguió encarnar el cambio. Más interesados por cambiar los liberales, que por su programa, los electores le perdonaron su conocimiento limitado de las políticas de inmigración. Los liberales no consiguieron que fuera el tema de la urna.
No influyó, que su programa no contuviera ninguna medida concreta destinada a acelerar la lucha contra el cambio climático. A pesar de sus logros, QS no consiguió que esa fuera la pregunta de la urna.
Tampoco causo rechazo su política irrealista y desarticulada de crear las maternales de 4 años, debilitando más aún la red de CPE. El PQ no consiguió transformar en tema de la urna, el cambio por un partido que gobernara seriamente.
Incluso, la debilidad de su postura frente a Ottawa, que no augura nada bueno ante las concesiones de Ottawa sobre leche y derivados en el nuevo acuerdo con México y Estados Unidos exigido por Donald Trump. Los quebequenses cambiaron los liberales por un nuevo gobierno… aún más a la derecha. Muchos temen que sea la segunda fase de la austeridad. El desafío de Legault será de transformar su partido en actor perenne de la política quebequense.
Amarga Derrota del PQ
Con apenas 17% del voto popular y sólo 9 diputados el PQ perdió su estatus de partido oficial en la Asamblea Nacional. Su más baja representación… desde 1976. Perdió hasta circunscripciones que eran pequistas desde 1976 como Abilibi-Est en beneficio de la CAQ. El PQ fue expulsado completamente de la Isla de Montreal y casi desapareció en el resto de Quebec. Hasta Jean-Martin Aussant, uno de los más meritorios candidatos perdió frente a la CAQ en Point aux Trembles. También perdió frente a QS, como en Rosemont, donde el jefe del PQ sufrió una clara derrota frente a Vincent Marissal. Jean-François Lisée anunció inmediatamente su renuncia.
Es la primera vez, desde 1976, que el PQ no consiguió encarnar, la alternancia en el poder frente a los liberales. ¿Fue el resultado de una campaña, en la que, a pesar de buenas promesas, de carácter clientelista, no despertó interés en los electores? No le sirvió la táctica de abandonar la opción soberanista por una elección. No encarnó como quería, el cambio creíble. De buen gobierno que le había servido en otras oportunidades en que se había enfriado la opción soberanista. Sus electores tradicionales prefirieron la CAQ ó QS. La torpe táctica de Lisée, de atacar QS para recuperar votos, fracasó.
¿Fue el resultado de una consistente pérdida de apoyos para el proyecto soberanista del PQ desde el referendo de 1995? Una tendencia que le llevó a perder votos por la izquierda con la creación de QS y, por la derecha, con la creación de la CAQ. Lo cierto es que pese a contar con la mayor cantidad de miembros, el PQ pierde incluso el ser el partido soberanista con más diputados en la Asamblea Nacional.
La constatación más evidente, es que dejó de ser la coalición de soberanistas de distinto signo que llegó a ser hasta 1995. ¿Podrá reinventarse el PQ ó desaparecerá como la Unión Nacional?
QS: Un Partido Ineludible
QS alcanzó la más alta votación de su historia con el 16% de los votos. Consiguió elegir 10 diputados. Dejó de ser el Partido del plateau Montreal, según su co-portavoz Manon Massé. La victoria del candidato de QS Vincent Marisal en Rosemont, sobre el jefe del PQ Jean-François Lisée confirma que QS reemplaza el PQ en la isla de Montreal. QS consiguió ganarle no solo votos al PQ sino que además a los liberales, con la elección de Andrés Fontecilla en Laurier Dorion.
Se expandió también a la región de Quebec no sólo a costa del PQ, sino que también de los liberales. La victoria de Catherine Dorion en Taschereau y de Sol Zanetti, ambos provenientes de la fusión de QS con Opción Nacional puede afirmar los independentistas en QS. La inesperada victoria de Émilie Lessard-Terrien en Rouyn Noranda-Temiscamingue, fue en una circunscripción liberal cortejada por la CAQ. También Christine Labrie de QS, consiguió arrebatar la circunscripción de Sherbrooke a los liberales.
La excelente campaña de QS, centrada en la lucha contra el cambio climático y un trabajo de terreno en toda la provincia consiguió presentar una alternativa progresista a los electores. Sin embargo, en lugar de defender un proyecto de sociedad, benefició del deseo de cambio contra el PLQ y el PQ. Desgraciadamente, no contará con la balanza del poder en la Asamblea Nacional, como algunos esperaban. Sin embargo sufrirá el escrutinio de sus políticas y su proyecto de sociedad.
Deberá definir de cuál tipo de izquierda se trata. Deberá decidir entre la tentación de seguir recentrando su mensaje, como el de una coalición con medidas para combatir el cambio climático o agregar la lucha contra las desigualdades, ausente de la campaña de 2018. Responsable del proyecto soberanista, por declararse heredero de René Levesque y tener ahora la mayor representación soberanista en la Asamblea Nacional, debe aclarar su proyecto, más allá de declaraciones generales. Para QS la campaña de 2022 ya comenzó.