El 27 de marzo, el ministro de finanzas, Carlos Leitao, presentó el presupuesto 2018-2019 de Quebec. Es el quinto y último presupuesto del gobierno liberal de Philippe Couillard. ¿Última oportunidad para un gobierno impopular en las encuestas? Un analista afirma que nunca se habían escrito tantas páginas (2 084 páginas en 17 documentos) con un objetivo tan simple: Convencer los quebequenses de no escuchar su profundo deseo de cambio. A pocos meses de las elecciones del 1º de octubre, se trata de la última oportunidad de los liberales. Creemos que es un esfuerzo estéril.
¿Estrategia estéril?
El gobierno Couillard aplicó al pie de la letra la estrategia de manipulación del electorado recomendada por los spin doctors. Austeridad y medidas impopulares al comienzo del mandato, regalos electoralistas en vísperas de las elecciones.
Aparecen vanos, sin embargo, los intentos por difuminar la memoria sobre la austeridad liberal. El analista Michel Girard, confirma que Couillard se equivoca (¿miente?) al afirmar que no redujo el presupuesto de ningún ministerio.
Es una tarea ardua cambiar las percepciones del electorado. A los liberales no sólo les pena la austeridad, están desgastados por quince años de gobierno. Con la excepción del corto intermedio de 18 meses del gobierno pequista de Pauline (2012-13), gobiernan desde 2003. Couillard no ha conseguido diferenciarse de los gobiernos de Jean Charest.
Desde el otoño pasado los liberales, y en previsión de las primeras elecciones con fecha fija, iniciaron su campaña electoral. Reducción de impuestos de 1,1 mil millones de impuestos, retroactivas al 1 de enero de 2017 en noviembre de 2017. Una medida de Carlos Leitao para desestabilizar la derechista CAQ. El partido de François Legault aparece primero en las encuestas. Los liberales copian el programa de la CAQ para mostrar que no se necesita el cambio. Prueba que es el mejor administrador de la economía, con anuncios casi cotidianos de nuevas inversiones.
También, el gobierno recurre a medidas ajustadas a clientelas específicas. Adelanta el acceso a tres semanas de vacaciones a tres en lugar de cinco años. Extiende el seguro parental, conformando las familias con hijos.
Con cierta ironía, el analista del Devoir, Michel David, afirma que hasta eso les afecta. Los electores pueden pensar que si la economía va tan bien, como lo afirma Leitao, los electores pueden elegir un gobierno menos eficaz. Es el momento para liberarse de los liberales.
¿Última oportunidad?
El gobierno multiplicó, inusitadamente, anticipos del contenido del presupuesto. Como que iba a usar anualmente dos mil millones de dólares del Fondo de Generaciones para pagar la deuda. El Fondo instalado por los liberales en 2006, permite ocultar excedentes, según los sindicatos. Da prioridad a políticas de austeridad en lugar de mejorar servicios públicos según otros. La CAQ y el PQ saludaron la medida. Quebec Solidario prometió reducir las remesas a ese fondo.
Para evitar un déficit fiscal al aumentar los gastos de programas a 5,2%, Leitao usó 1,6 mil millones del Fondo de estabilización. El aumento de gastos de programas de servicios públicos es, lamentablemente, una medida puntual. El gobierno prevé bajarlo a 3,4% el año próximo y los subsecuentes. Sólo lo hace por consideraciones electoralistas según unos. Otros críticos estiman que aún no restablece en educación y otros sectores, los fondos dedicados en 2014. El promedio fue apenas 2,4% en promedio de 2014 a 2018.
El presupuesto multiplica bombones para varias franjas de electores. Reduce 2,2 mil millones de dólares en impuestos a las PME. Da créditos a nuevos propietarios. Aumenta los fondos para los servicios a domicilio. Obliga las empresas extranjeras que venden productos intangibles por Internet a colectar la TVQ (No toca los productos tangibles). Financia la Red Expresa Metropolitana (REM), el Tranvía en Quebec, la prolongación de la línea azul del metro de Montreal. Aumenta los fondos para la Cultura, entre otras.
Los partidos de oposición acusan el presupuesto Leitao de electoralista. El pequista Nicolas Marceau teme que el 2 de octubre vuelva la austeridad. François Legault (CAQ) afirma que los liberales apenas compensan los recortes de los últimos años. Manon Massé (Quebec Solidario), afirma que los liberales no reparan aún el daño que causaron.
¿Resultará?
¿Beneficiará el presupuesto Leitao una reelección de los liberales? Difícil, muy difícil. Debe contrarrestar el cinismo de los electores que consideran que luego de la austeridad, el objetivo electoralista es demasiado evidente.
A pesar de todos los regalos a cada quien, el presupuesto Leitao es coherente. Mantiene su filosofía de un estado minimalista y sin déficit en ruptura con el modelo quebequense.
Por un lado, cubre apenas cubriendo los gastos públicos urgentes. Ello es particularmente cierto en la reparación de infraestructuras. Por otro lado, mantiene el objetivo de dar cada vez mayor espacio al sector privado, en salud. En educación, mantiene inversiones inferiores a las necesidades. Tampoco restablece la regionalización del desarrollo económico, desmantelada por la austeridad. No propone medidas contra la pobreza, inaceptable en el momento más alto del ciclo económico. No contiene medidas contra el uso de paraísos fiscales.
L’Actualité muestra, sin matices, que las medidas fiscales de los liberales favorecen los más ricos. Michel David destaca que los liberales siguen privilegiando el modelo comercial de guarderías, contra las CPE (guarderías sin fines de lucro). Prefiere aumentar el crédito fiscal para los padres que recurren a las guarderías privadas. Ello a pesar que el modelo de las CPE es citado como ejemplo en el resto de Canadá.