Quebec: realineamientos políticos

Más del 60% de los electores se declara insatisfecho del gobierno de Philippe Couillard

Más del 60% de los electores se declara insatisfecho del gobierno liberal dirigido por Philippe Couillard. Luego de casi 15 años de ejercicio casi ininterrumpido (a la excepción del corto y catastrófico mandato de la pequista Pauline Marois), los ciudadanos quieren el cambio. Pero no saben quien lo encarnará en 2018. Hay realineamientos políticos. La oposición dividida entre el Partido Quebequense (PQ), la Coalición avenir Quebec (CAQ), Quebec Solidario (QS) y Opción Nacional(ON), baraja apuestas arriesgadas, negándose a tejer alianzas. A pesar problemas éticos y medidas impopularidad podrían seguir gobernando, como partido natural de gobierno.

Problemas éticos

Sam Hamad se vio obligado a renunciar y terminó retirandose de la política.

Los demonios de una corrupción, que no se atrevió a tocar la Comisión Charbonneau, vuelven a penar a los liberales. El grupo Quebecor lo reveló y la UPAC lo confirmó: El ex primer ministro Jean Charest está en la mira de investigaciones de corrupción.

Aunque el primer ministro Couillard esgrima que la corrupción fue cosa del pasado, miembros de su diputación, y hasta él mismo fueron ministros a 100 mil dólares de Jean Charest. Su ex ministro Sam Hamad, se vio obligado a renunciar. La invitación a Marc-Yvan Coté a su residencia cuando fue implicado con la corrupción por la Comisión Charbonneau le quita legitimidad.

La ciudadanía no duda en que se trata del mismo partido liberal de antes. Aunque la deslegitimación también se extiende a la política en general, como es propio del siglo 21, los liberales son los mejores exponentes de la proximidad entre la política y los negocios.

Rechazo a políticas de austeridad

Persiste también el rechazo ciudadano a las draconianas políticas de austeridad, impuestas sin piedad  para obtener rápidamente el déficit cero.

Los padres no olvidan las inéditas cadenas de solidaridad para proteger la educación pública. Desoídas por tres ministros consecutivos de educación.

Decir cualquier cosa… pero con firmeza

Cunde el descontento frente a la centralización de decisiones, la creciente privatización y la ineficiencia del sistema de salud. ¡Los datos oficiales revelan que 8 500 enfermos menos recibieron servicios a domicilio! Preocupa el inexorable deterioro de la salud pública y el fortalecimiento del sector privado en intervenciones más rentables, como la operación de catarata.

Inquieta el impacto sobre las desigualdades sociales de la reducción de financiamiento del desarrollo local y del comunitario. La eliminación de los Consejos regionales de representantes (CRÉ), de los CLD, de un estilo de desarrollo cercano a la gente.

Abundan las críticas a un accionar cortoplacista en lo económico. A la prioridad entregada al mercado y a visiones neoliberales.

Los grupos ecológicos denuncian las incoherencias gubernamentales en el combate contra el cambio climático.

Otros denuncian la inédita sumisión de un gobierno de Quebec frente al gobierno federal.

Hasta sus partidarios lamentan que se haya fracasado en hacer olvidar el impacto de las políticas de austeridad. Que persiguen al gobierno, como las denuncias de problemas éticos.

Invitación a oídos sordos

La propuesta de diálogo canadiense, para el reconocimiento de Quebec  en el documento “Québécois. Notre facón d’être canadiens”. Una política de afirmación de Quebec y de relaciones canadienses. Couillard busca torpemente, aprovechar los 150 años de Canadá, para obtener el reingreso de Quebec al pacto constitucional canadiense. Realizar su promesa de cerrar el capítulo del no reconocimiento de Quebec en la Constitución de 1982.

Ottawa se niega a reabrir el expediente constitucional

Pero el rechazo en reabrir el debate constitucional por el primer ministro Trudeau, lo hace imposible. Ninguna provincia recibió entusiasmada el mensaje. El primer ministro de Saskatchewan, Brad Wall declaró que se debía revisar la perecuación que favorece Quebec. Los primeros ministros de Nuevo Brunswick y Terranova rechazaron la propuesta.

En cambio de una solución, Couillard plantea un dialogo con la sociedad civil canadiense. Couillard se quedó solo en su idea de refundar Cañada. Resulta más bien como uno de los tantos gestos de relaciones públicas de los 150 años de Canadá y además para incomodar la CAQ y festejar los 150 años de Canadá.

¿Resiliencia liberal? ¿División de la oposición?

Pero, a pesar de su impopularidad, los liberales creen que ganarán las próximas elecciones. Las encuestas los confortan. Ello a pesar que ha perdido 40 mil miembros en los últimos 10 años. El PLQ tiene ahora sólo 30 mil miembros. La cifra más baja de su historia.

Los liberales benefician de la división de los partidos de oposición

Los liberales se fían en el desplome de la alternativa bipartidista entre el PLQ o el PQ y la división de la oposición en PQ, CAQ, QS y ON. La encuesta Léger, Lejournal / Le Devoir, confirma esa situación. Ella indica que ganan los liberales. Pero, ellos perderían ante una hipotética alianza entre el PQ y QS en las elecciones de octubre de 2018. Por 39%, contra 29% para los liberales. Una hipotética alianza entre el PQ y la CAQ, obtendría 46%, contra 33% para los liberales. Algunos sueñan además en un hipotético nuevo sistema electoral proporcional, que permitirí9a salir del impasse.

Mientras tanto, los partidos de oposición barajan apuestas arriesgadas, negándose a tejer alianzas. La insatisfacción ciudadana no encuentra aún a quien confiar la alternancia en el poder. Descontento de la corrupción que transpira la marca liberal que gobierna de manera casi ininterrumpida desde hace 15 años. Amarga de las impopulares políticas de austeridad del gobierno. Crítica de la deriva extractivista cortoplacista y anti ecológica que privilegia el petróleo mientras afirma trabajar contra el cambio climático. Descontenta del desmantelamiento del rol social del Estado y la solidaridad social, entre otras.

¿Mantendrán los liberales, contra viento y marea, su tradicional estatus de partido natural de gobierno en Quebec?

¿La propuesta CAQ: Liberales honestos?

La CAQ de François Légault apuesta a asegurar la alternancia, de derecha, a cambio de los liberales… sin la corrupción. La Encuesta de Mainstreet Research, poco fiable, le daba primero con 32% sobre un 31% de los liberales. La ulterior encuesta Léger. Le Journal / Le Devoir indica que la CAQ obtiene supera al PQ con 26%.

La CAQ teme el síndrome 2002, (bien en las encuestas, mal en las urnas) que afectó a su antecesora, la derechista Acción Democrática de Quebec de Mario Dumont.

La CAQ teme el efecto 2002 de la ADQ

Más allá de propuestas derechistas semejantes a la de los liberales, su programa adolece de indefiniciones. Sobre todo en materia del rol de Quebec en la Confederación. La CAQ quedó descolocada con la propuesta de renovación del dialogo constitucional de Philippe Couillard. No tiene política constitucional porque en su electorado potencial conviven, federalistas y soberanistas de derecha. El regreso a la dicotomía en torno a la separación de Quebec le afectaría. Trata de posicionarse como alternativa ante los liberales, como mejor gobierno en la economía. Aduciendo las características de hombre de negocios del otrora, separatista apurado que era su líder Francois Légault.

La CAQ, consigue reclutar notorios candidatos, como Barrette, Anglade pero los ha perdido cuando pasaron a los liberales para ser ministros.

¿Quebec Solidario: Camino solitario?

En su último Congreso, el 21 de mayo, Quebec Solidario (QS) rechazó ad vitam aeternaum el pacto electoral de no agresión con el PQ. Una propuesta de Jean-François Lisée para derrotar a los liberales en 2018. El rechazo fue profundo y fue acompañado en el Congreso de QS por acusaciones al PQ “neoliberal y racista” (por la Carta de la laicidad), por varios delegados.

Manon Massé y Gabriel Nadeau-Dubois en el Congreso de Quebec Solidario

QS apuesta a presentarse como única alternativa de nueva izquierda socialdemócrata pluricultural frente al neoliberalismo del gobierno Couillard, de la CAQ y también del PQ. Apuesta al fin de la dicotomía entre federalistas y soberanistas en electorado.

Otros señalan que apuesta a la desintegración cercana del PQ. A la posibilidad de imponer primacía del conflicto entre izquierda y derecha. Corteja los pequistas desilusionados; los federalistas de izquierda, sin partido en Quebec y las comunidades culturales, cautiva del partido liberal por el tradicional clivaje soberanista/federalista.

De manera más polémica e inesperada, QS, desautorizó la firma de sus representantes bajo la Hoja de ruta de acceso a la soberanía. Un acuerdo formal guardado en secreto por QS. El acuerdo fue refrendado por QS, PQ, ON y el BQ propiciado por las Organizaciones unidas para la independencia (OUI-Quebec). Sin embargo, QS se sigue planteando como partido soberanista y aprobó la negociación para una fusión con Opción Nacional.

¿Una apuesta arriesgada?

Para unos, la ruptura sine die con el PQ es un error histórico que pavimentará la victoria de los liberales en 2018. Otros critican la decisión como un cálculo político oportunista contrario a la gira “Il faut se parler”. Otros lo explican que el proyecto soberanista no es una prioridad para QS.

Gabriel Nadeau-Dubois entra como diputado a la Asamblea Nacional de Quebec

Lo cierto es que QS entra en una nueva etapa de mayor Fortaleza. Favorecido por la entrada a la Asamblea Nacional, luego de una rotunda victoria en Gouin, del ex dirigente estudiantil de la primavera erable, Gabriel Nadeau-Dubois.

El nuevo portavoz masculino de QS, reemplaza a la popular Françoise David, ampliamente. Es respetado y temido de sus adversarios, a pesar de su juventud. QS aumentó a 16 mil su membrecía con la llegada de Gabriel Nadeau-Dubois. Crece en más del 10% su popularidad en las encuestas y espera ganar más que los 3 diputados con que cuenta en la Isla de Montreal y en el resto de Quebec. Pero… ¿Ganará la arriesgada apuesta del camino sólo?

¿El PQ en fin de vida útil?

El PQ bajo Jean-François Lisée quiere rejuvenecer y no dejarse sobrepasar por QS

La humillación por la negativa de QS llevó nuevamente el PQ al borde de la implosión. Nuevamente surgen análisis sobre el fin de vida del PQ, partido de una sola generación. Luego de la esperanza deshecha por la renuncia de Pierre-Karl Péladeau, el nuevo Jean-Francois Lisée centra el partido en la centro-izquierda, amenazada por QS. La estrategia de postergación del referendo soberanista a un eventual segundo mandato, le hizo perder su especificidad. Es incomprensible para el común de los mortales. Las encuestas confirman sus dificultades. En algunas encuestas es superado por la CAQ En otras bordea niveles históricos bajos cercanos al 20%.

 La promesa de buen gobierno, sin corrupción, no se acompaña de propuestas de desarrollo económico claras. Aparece entre las propuestas de derecha de la CAQ y de izquierda de QS. El PQ se busca… sin lograr definir claramente su perfil.

Los pequistas abandonaron las ideas de convergencia de la oposición, para las elecciones de 2018. Ni con QS, con la CAQ o con ON. También se preparan para derrotar solos al PLQ. Declaran mantenerse como propuesta socialdemócrata con experiencia de gobierno. Se proponen rejuvenecer el partido. Anunciaron una gira para definir políticas con contenido social para evitar ser suplantado en el rol de oposición de izquierda por QS. Se plantea volver a la propuesta de un nacionalismo cívico de los años noventa. Proponen un viraje de apertura a la inmigración denunciando las acusaciones de racismo y xenofobia en el congreso de QS. ¿Será todo ello suficiente?

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