
Donald Trump congeló el acercamiento entre EE.UU. y Cuba el 16 de junio, en Miami
Este viernes 16 de junio, Donald Trump, anunció la cancelación de la directiva presidencial de Barack Obama “Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba”. Después de un agresivo discurso, Trump firmó su nueva directiva: “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba”. Se congeló así el proceso de acercamiento entre EE.UU. y Cuba acordado entre Barack Obama y Raúl Castro el 14 de octubre de 2016. Por si cupieran dudas, el anuncio se realizó simbólicamente en Miami, en la sede de la Brigada 2506. En 1961, esta brigada, armada por la CIA, fue parte de la fracasada invasión en Bahía Cochinos.
El presidente cubano Raúl Castro, teme que Trump esté mal asesorado. Espera continuar un “diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés mutuo”. Pero aclara que es el pueblo cubano quien seguirá decidiendo soberanamente los cambios en Cuba.
Trump reactivó, la guerra fría con Cuba, pero hay consenso en que hay mucho de retórica en su discurso. Que no se trataría de un verdadero cambio de la política anunciada por Barack Obama en 2014 .
Creemos que si hay un cambio substancial. Aunque la política de acercamiento a Cuba del ex presidente Obama no ocultaba su carácter injerencista, reconocía al menos la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba y al gobierno Cubano como interlocutor legítimo e igual. El mensaje de Trump es exactamente lo contrario.
Restricciones al turismo y las inversiones
Trump, busca evitar que el turismo particular y las inversiones estadounidenses en Cuba beneficien al gobierno cubano. Para evitarlo, aumentó las restricciones a los viajes de estadounidenses a Cuba. Ello causa controversia. El 71% de los republicanos está de acuerdo con la normalización de las relaciones entre Cuba y EE.UU. Algunos estiman que dejar el turismo en manos de agencias, afectará los “cuentapropistas” y pequeños emprendedores. Ello contrarresta el crecimiento prometedor del sector privado.
Se estiman en 200 mil los turistas estadounidenses en Cuba en 2016. Airbnb informa que los propietarios privados de B&B han ganado más de 40 millones de dólares. Cuba es la 9ª destinación más popular de sus clientes.
Además, Trump, decidió prohibir las inversiones y acuerdos comerciales de compañías estadounidenses que involucren a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad cubanas. Para algunos usa la presidencia para evitar que sus competidores hagan negocios en Cuba.

Barack Obama y Raúl Castro en mayo de 2016
Ello concierne los grandes hoteles (grupo Gaviota), los restaurantes y tiendas minoristas de propiedad pública. Todos ligados al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar). Se trataría del Grupo de Administración Empresarial, SA (Gaesa). Gaesa está adscrito al Minfar. Dirigida por el general Luis Alberto López-Calleja, miembro del Comité Central del PCC. Pero de acuerdo a la BBC, se exagera la importancia de Gaesa. En su discurso, Trump, caracterizó esos actores como el enemigo a eludir. Como el núcleo del régimen castrista.
Existe oposición en EE.UU. mismos frente a esa medida que dejaría fuera acuerdos comerciales con el sector público. Los agricultores estadounidenses, temen que ello afectaría las crecientes exportaciones a la isla caribeña (más de 140 mil toneladas de granos y soya).
¿Surrealismo político de Trump?
En un discurso agresivo, Trump prometió apoyar la lucha del pueblo cubano contra su “brutal” gobierno. Anunció que mantiene las sanciones contra Cuba, incluido el embargo impuesto en… ¡1962! Ello hasta que se liberen todos los presos políticos, haya libertad de asamblea y de expresión. Hasta que se legalicen todos los partidos políticos y se convoque a elecciones supervisadas internacionalmente.

1 de mayo de 2017 en la Habana
Trump levanta viejas denuncias sobre violaciones de derechos humanos en Cuba. El gobierno Cubano destaca el doble rasero en el tratamiento del tema de los derechos humanos. Destaca el respeto de derechos y libertades fundamentales en Cuba. Sus logros en el derecho a la salud, la educación, la seguridad social, entre otros. Destaca los asesinatos, brutalidad y abusos policiales, en particular contra la población afroamericana, entre otros. Destacan las detenciones ilegales en Guantánamo. Su relación privilegiada con el gobierno de Arabia Saudita.
Se trata de un abierto desconocimiento del derecho a la autodeterminación de los pueblos. Una reafirmación de la política imperialista tradicional de Washington en el Caribe. Trump desconoce que acaban de convocarse las elecciones municipales el 22 de octubre que marcarán la transición hacia el cambio de gobierno en febrero de 2018.
La propia prensa estadounidense denunció su falta de rigor, mencionando su relación privilegiada con el brutal régimen de Arabia Saudita.
Más allá de la retórica, Trump mantendrá el restablecimiento de relaciones diplomáticas y las recientemente abiertas embajadas en Washington y en la Habana. No habrá tampoco restricciones a la exportación de ron o cigarros cubanos. Tampoco se repondrá la política de pies secos, pies mojados que daba refugio inmediato a cualquier cubano que tocara el territorio estadounidense, automáticamente.
¿Política de desestabilización?
La nueva directiva presidencial de Trump, significa el retorno de la política injerencista estadounidense contra Cuba. Calmada bajo el gobierno de Barack Obama.
El gobierno cubano denunció el endurecimiento del bloqueo. Esperamos que como señala en su declaración “los intentos de cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso”.
Lo cierto, es que se aleja, por lo menos durante el gobierno de Donald Trump, las posibilidades de un avance en las relaciones entre Cuba y EE.UU. Trump vuelve a la política imperial e intervencionista de Washington contra Cuba que ha fracasado desde hace 45 años.