Crisis de racismo en Estados Unidos

racismo1Esta semana la violencia interracial alcanzó nuevos niveles en Estados Unidos. Eventos que son un verdadero contragolpe a la idea que con la elección de un presidente negro la democracia estadounidense superó sus viejos demonios de racismo y segregación. Cuestiones que impregnan todavía la historia de ese país y que cuestionan tanto el sueño americano como la idea del melting pot en que todos son iguales. ¿Hasta qué punto la recrudescencia de conflictos raciales es prueba de que se avanza, o prueba que no se avanza? ¿Hasta qué punto, es un sólo efecto de la circulación de imágenes sobre el racismo de los agentes policiales estadounidenses?
Por un lado, debe destacarse la muerte de Alton Sterling en Louisiane y de Philando Castle en Minnesota por policías en apenas 48 horas. Los dos ciudadanos estadounidense negros. Una primera prueba de racismo es la insistencia en llamarles eufemísticamente afroamericanos, pese a que viven en Estados Unidos hace siglos. Como si a los ingleses que fueron sus contemporáneos inmigrantes de los descendientes de esclavos se les llamara todavía angloamericanos. Una idea de exterioridad que contradice el melting pot americano.
MicahPor otro lado, acaparó la atención las muertes de cinco policías estadounidenses muertos por un tirador emboscado durante una manifestación contra el racismo en la ciudad de Dallas, Texas. Fue precisamente durante una de las tantas manifestaciones para denunciar el racismo y del movimiento Black lives matter que reivindica que las vidas de los negros son también importantes. Johnson habría tomado la venganza en sus manos contra la policía.
Después se confirmo que el tirador Micah Xavier Johnson fue muerto por la policía y se supo que había sido un héroe decorado de la guerra estadounidense en Afganistán. Muchos en la comunidad negra criticaron su gesto que perjudica la lucha antirracista al aumentar la violencia y el odio racial.
Las reacciones han sido numerosas. El periódico sensacionalista New York Post habla incluso del comienzo de una guerra civil. El gobernador de Minnesota declaró que efectivamente no se respetan suficientemente los derechos de los afroamericanos en Estados Unidos. El presidente Barack Obama declaró que Johnson no representa la mayoría negra que busca el fin del racismo. Hasta el candidato presidencial republicano Donald Trump se hizo discreto sobre el tema.
Son varias las constataciones posibles de los sucesos.

El pasado esclavista

Los hechos y las reacciones de esta semana recuerdan las secuelas del pasado esclavista y segregacionista estadounidense. Subsiste un racismo abierto y estructural. Hay bibliotecas enteras dedicadas al estudio del tema del racismo en Estados Unidos y como ello afecta esa comunidad.
Las estadísticas indican una efectiva sobrerrepresentación de ciudadanos estadounidenses afroamericanos en las muertes por agentes policiales, en la población carcelaria. Más allá aún, en el índice de familias pobres y en todos los índices socioeconómicos o de educación. No hay dudas que la comunidad negra en Estados Unidos es una comunidad discriminada.
Obama_DallasEl color de la piel entra en la elaboración de perfiles delictivos por los agentes de policía y exacerba los conflictos raciales frecuentes contra la brutalidad policial o cuando la justicia se aplica de manera diferente según el color de la piel.
Veamos algunos datos: Los afroamericanos son 13% de la población estadounidense pero son el 40% de los detenidos por delitos ligados a las drogas.
En Nueva York, la policía del tránsito tiende a detener en 80% a los negros. Pero ello también afecta allí a los latinos. Los detenidos negros son condenados más frecuentemente y purgan penas más largas por los mismos delitos que los blancos. Una encuesta de 2013 señala que el 51% de los estadounidenses tiene opinión negativa de los negros. Otra de 2011 revelaba que lo mismo ocurre con los latinos.
No habrá bastado así con elegir un presidente de origen afroamericano, para terminar con el racismo y lanzar la vía de la reconciliación que había prometido la campaña del Yes we Can que inauguraba la era pos-racial en Estados Unidos.

Brutalidad policial

En lo que va del año 2016 ya han muerto 509 personas en manos de agentes policiales en Estados Unidos de acuerdo al Washington Post. Entre ellas 123 de origen afroamericano. No son cifras en constante aumento. Ellas se ven exacerbadas porque las muertes de negros por agentes de la policía son filmadas en directo.
Lo nuevo también es el ataque armado de un francotirador contra 12 agentes de policía, cinco de los cuales murieron. Se trata del ataque más sangriento contra fuerzas policiales en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001.blacklivesmatter1
Ello pone nuevamente en relieve el debate sobre el fácil acceso a armas automáticas de grueso calibre en Estados Unidos. Eso hizo posible que el antiguo marine que fue héroe en Afganistán, pudiese actuar como un francotirador. Después de la matanza en Orlando es una nueva etapa en esa serie de matanzas que demuestra el fracaso de las administraciones federales estatales o locales en Estados Unidos de controlar el acceso a las armas. Nuevamente se hacen declaraciones que exigen ese control de armas pero sigue chocando con el poderoso lobby de la National Rifle Association.
El presidente Barack Obama y los representantes de la comunidad negra en Estados Unidos condenaron el ataque de Johnson. Se trata efectivamente de un gesto que no ayuda la causa de los derechos civiles y la igualdad de todos los ciudadanos estadounidenses. Coloca en la defensiva a quienes luchan por ese reconocimiento porque expanden el miedo y el odio interracial. Pero, al mismo tiempo revelan el fracaso de las políticas públicas o de intervención policial porque todos reconocen el problema de la brutalidad policial es una realidad.

Los nuevos medios de comunicación

En esta nueva etapa de violencia interracial contribuye la filmación de la muerte de ciudadanos estadounidenses atacados por la policía. Como el film en Internet de la mujer que filmó la muerte de su esposo. Por un lado su gesto muestra la importancia que acuerdan miembros de la comunidad negra en dar a conocer la discriminación que sufren, porque en caso contrario es el silencio y la versión de los agentes de policía lo que prevalece.
cell_phone_racismYa se ha probado desde las intolerables imágenes de la agresión por cuatro policías contra Rodney King en abril de 1992 y los disturbios provocados por la liberación incondicional de los policías por un jurado compuesto casi exclusivamente por blancos. Existe conciencia en la comunidad negra que se debe romper el cerco de silencio de la brutalidad policial y las nuevas tecnologías ayudan. Muchos ejemplos muestran que las imágenes valen mil palabras y cuestionan la tradición que hacia prevalecer la versión de los policías blancos. Ese acceso a la información de los ciudadanos discriminados es un fenómeno mundial de los más débiles y que aumenta la presión por la crisis de confianza ciudadana y de legitimidad de los sistemas políticos.
Al mismo tiempo, hay una tendencia mundial al aumento de la violencia, del control policial y de las denuncias de brutalidad policial. Ella incluye Montreal, como lo demostró la represión del llamado printemps erable hace un par de años y las manifestaciones anuales contra la brutalidad policial.
El retorno del demonio racista en estados Unidos azuzado incluso por Donald Trump en la campaña presidencial, revela problemas no resueltos. Tras la brutalidad policial contra los negros y la necesidad de controlar la circulación de armas, está la persistencia de condiciones estructurales de racismo y desigualdad social y económica, pasando por el cuestionamiento de los valores del sueño americano y del meting pot estadounidense. Un problema que ni siquiera un presidente de origen afroamericano, ahora en fin de mandato pudo resolver. El trágico desenlace de la semana muestra hasta donde puede llevar la crisis de confianza en las soluciones colectivas, terminan en un mal escenario de un filme hollywoodense. Algunos plantean que se se ha dejado de lado la lucha contra la discriminación en este periodo de creciente aumento de las desigualdades sociales y de la exclusión.

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Una respuesta en “Crisis de racismo en Estados Unidos

  1. José Ramón Herrera dijo:

    El racismo espantoso de EEUU no se va a ir pasando hasta que el número de Blancos de clase media baja, iletrados y con ideas nostálgicas de las glorias de los años 50 (son ellos los que entran en los servicios policiales), muchos baby-boomers, no sean remplazados por la nueva ola de gente más joven, más mezclada racialmente y más educada. Fueron ellos los que eligieron a Obama y son ellos los que van a impedir el triunfo de Trump probablemente. Aunque, hay que tener presente que en Inglaterra el mismo tipo de gente retrógrada ganaron el Brexit.

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