Esta semana quedó nuevamente de manifiesto la opacidad como práctica de gobierno de los liberales dirigidos por Philipe Couillard en Quebec con las revelaciones de que el ministerio de Transportes. Se recordará que fue precisamente e MTQ, que estuvo al origen de las denuncias que llevaron a la formación Charbonneau sobre la colusión en la industria de la construcción en Quebec. Se trata de una situación preocupante por cuanto, pese a que han rodado cabezas, todo indica que los liberales no han seguido las recomendaciones de la comisión Charbonneau en el ministerio que maneja la mayor cantidad de contratos públicos en Quebec. Las posibilidades de colusión siguen abiertas.Una zaga compleja y confusa.
En primer lugar, están las revelaciones del ex ministro de Transportes Robert Poeti, aparecida en el semanario l’Actualité. Al comienzo se pensó que fe el propio ex ministro Poeti quien había filtrado la carta a los periodistas. En realidad sería otra fuente de información que reveló que Robert Poeti le entregaba a su sucesor Jacques Daoust recomendaciones sobre el ministerio de Transportes en el sentido en que continuaban prácticas poco claras.
Con ello aparece claro que Poeti no habría traicionado su partido, pero confirma que en realidad no se le hacía caso, a pesar de que, por ser antiguo policía servía de caución, para mostrar que el nuevo gobierno liberal de Philipe Couillard estaba por encima de cualquiera sospecha.
Se reveló que se entregaban contratos a antiguos funcionarios que ahora trabajaban por la empresa privada sin llamado a concurso. Se fraccionaban esos contratos, bajando los montos para que no fuera necesario llamar a concurso.
También que seguían repitiéndose las practicas de gastos extras que distorsionaban el sistema de entrega de contratos en función de las propuestas de las compañías. Una práctica preocupante que revela que no existían los mecanismos de control de la entrega de contrato. Revelaba también el ex ministro Poeti que no había contado con el apoyo de la subministro, Dominique Savoie, la que no le había respondido a las frecuentes preguntas que le hacía cuando era ministro.
Esto apareció justo el día en que la sub ministro Savoie debía presentarse ante la comisión sobre la administración pública de la asamblea nacional. Ella negó en esa oportunidad que hubiese problemas. Que se trataba simplemente de problemas de orden administrativo y que se había hecho un seguimiento y que todo estaba en orden. El primer ministro Philipe Couillard en declaraciones entrego su apoyo a la suministro señalando que era una de las funcionarias más respetadas de la función pública.
Ruedan cabezas para gestionar la crisis
Pero al día siguiente la situación cambió luego que se diera a conocer la carta de renuncia de Annie Trudel una verificadora contratada por el ex ministro Robert Poeti para saber lo que ocurría realmente en el ministerio de transportes. Eklla renunció por la falta de cooperación de la subministro Savoie. Annie Trudel denunciaba incluso que el nuevo ministro Jacques Daoust no le daba prioridad al control de los contratos que entrega el ministerio de transportes. La gota que rebalsó el vaso fue cuando le quitaron su oficina y se le anunció que se le buscaría un lugar en una dependencia del ministerio.
Luego de esa revelación que mostraba evidente desidia de parte de la subministro, el primer ministro Couillard anunció el despido de la subministro Dominique Savoie.
Algunos planteaban que se trataba un problema de competencias entre una funcionaria y su ministro, como en la serie inglesa Yes Prime minister, sin embargo, lo que algunos plantean es que la funcionaria contaba con un apoyo de parte del gabinete del nuevo ministro para no hacer caso de lo que hiciera la verificadora de su antecesor. Fue por ello que también rodó la cabeza del jefe de gabinete de Jacques Daoust, Pierre Ouellet. Este habría omitido informar al ministro de la carta de dimisión de Annie Trudel. La oposición exige la dimisión del ministro.
Nuevamente el Ministerio de Transportes de Quebec
Tras una zaga que colocó al partido liberal en la defensiva y que recordó que los dadores de alerta aun no están protegidos como lo proponía una de las recomendaciones de la comisión Charbonneau, las prácticas que llevaron a la colusión están enteras en el Ministerio de Transportes. El ministerio que maneja más dinero en la entrega de contratos de todo el gobierno.
Fue en el mundo municipal donde se aplicaron la mayoría de las recomendaciones de la Comisión Charbonneau y donde la Unidad Permanente anticorrupción realizó sus mayores trabajos. No ha habido nada revelado en relación al ministerio de transportes que es sin embargo el ministerio que distribuye más dinero de contratos públicos de todos los que existen en Quebec.
Como se recordara fue desde 2003 que comenzaron las denuncias de colusión en la entrega de contratos de construcción. Una consecuencia directa de la privatización de las actividades del ministerio por lo que se señalaba que no existía la pericia para poder evaluar correctamente los contratos.
Producto de las revelaciones periodísticas y las revelaciones de la Comisión Charbonneau, se proponía que se debiera cambiar el Ministerio de Transportes formando una agencia independiente del poder político para evitar situaciones de colusión y corrupción de funcionarios o partidos políticos por cercanía entre empresarios y políticos.
Sin embargo, recordarán, que luego del apoyo de uno de comisarios de la comisión, Raynald Lachance, el gobierno de Philipe Couillard le dio el destino de dormir en una estantería a las recomendaciones de la Comisión Charbonneau. Solo con la crisis creada por el ministro Sam Hamad, se volvió a hablar que se implementarían las recomendaciones de la comisión. Se planea por ejemplo crear un BIG (en francés Bureau del Inspector General), Una oficina de control semejante a la que se estableció en la municipalidad de Montreal y dirigida por Denis Gallant que fue abogado de la comisión Charbonneau hasta febrero de 2014. Sin embargo nada se había hecho hasta ahora. Algunos critican el que se multipliquen las instancias de control, siendo que de lo que se trata es de asegurar una buena coordinación.
¿Y las recomendaciones de la Comisión Charbonneau?
La zaga de esta semana en el partido liberal, recordó que la Comisión Charbonneau tocó solamente en superficie los problemas de colusión y de corrupción que existían en el MTQ. Desgraciadamente las informaciones de esta semana recuerdan que no se trata, como lo pretende el discurso del gobierno Couillard, de un problema del pasado. Son los mismos liberales que con prácticas privatizadoras crearon las condiciones para el funcionamiento de la colusión y la corrupción de funcionarios y que insisten el mismo porque han aumentado los mínimos para dar contratos sin llamado a concurso. Coincidimos con el representante de Quebec solidario Amir Kahdir cuando señala que se requiere abrir una comisión que ahora se dedique a estudiar los contratos entregados por el ministerio de Transportes, porque ello todavía aparece muy opaco y poco claro.