Canadá: Derecho al suicidio medicamente asistido

la Corte suprema de Canadá en Ottawa

la Corte suprema de Canadá en Ottawa

La Corte Suprema de Canadá, acogió esta semana la petición del nuevo gobierno liberal de Justin Trudeau de postergar el plazo para que el parlamento federal legisle para llenar el vacío legal creado luego que en febrero de 2015, invalidó dos artículos que criminalizan el suicidio asistido transformando en derecho constitucional la autonomía de cada canadiense frente a su muerte. El parlamento Federal tiene hasta el 6 de junio de 2016 para enmarcar las circunstancias que limitarían el suicidio asistido respetando la Carta Federal de Derechos y Libertades.

El fallo de la Corte Suprema

La Corte Suprema de Canadá invalidó, por inconstitucionales, el artículo del código criminal que estipula “que nadie tiene derecho a consentir que se le inflija la muerte” y; también el artículo que castiga con catorce años de prisión a quien “ayude a alguien a matarse”.

Los jueces habían dado un plazo de doce meses al gobierno Harper, antes que rigiera automáticamente la descriminalización del suicidio asistido. Como el anterior gobierno conservador de Stephen Harper no hizo nada, Trudeau, elegido en octubre pasado, pidió 6 meses de postergación.

la Corte suprema falló en el caso de Gloria Taylor y Kay Carter

La Corte suprema falló en el caso de Gloria Taylor y Kay Carter

Los jueces de la Suprema Corte aceptaron en fallo dividido el argumento gubernamental de que el contexto político creado por el cambio de gobierno era efectivamente una circunstancia excepcional que permitía una extensión. Pero solo la acordaron por un periodo de cuatro meses.

Al mismo tiempo, los jueces establecieron que los enfermos que no quieren seguir sufriendo pueden pedir a las Cortes superiores de las provincias una exención personal y beneficiar de suicidio asistido que será tratada caso a caso.

También la Corte Suprema aceptó la vigencia de la Ley Quebequense concerniente a los cuidados de fin de vida (más conocida como ley para morir en la dignidad), que entró en vigor el 10 de diciembre pasado y que extiende la jurisdicción provincial en materia de salud.

Según el constitucionalista Benoit Pelletier, los enfermos quebequenses podrían sobrepasar la ley quebequense porque la decisión de la corte suprema es mucho más amplia que las estrictas exigencias de la ley quebequense para recurrir al suicidio asistido.

La vía de la descriminalización

Por su alta carga valórica el tiempo para legislar a nivel federal es muy corto. En el Canadá Inglés que no se ha realizado un debate sobre el suicidio asistido, como el de Quebec y que llevó a la adopción de una ley consensuada.

La primera posibilidad sería de aceptar la descriminalización pura y simple del suicidio asistido. Recuérdese que ese fue el mecanismo para actualizar la legalidad a la evolución de los valores de una sociedad.

Es lo que ocurrió con la homosexualidad, que era considerada como un crimen en Canadá hasta que el padre de Justin Trudeau invalidara esa ley en los años sesenta porque el Estado no podía internarse en las alcobas de adultos consensuales.

La Corte suprema rechazó en 1993 la demanda de suicidio medicamente asistido de Sue Rodriguez

La Corte suprema rechazó en 1993 la demanda de suicidio medicamente asistido de Sue Rodriguez

La descriminalización fue también el camino para el reconocimiento de la libertad de las mujeres para decidir o no una interrupción de embarazo. Es el camino que algunos plantean para combatir el comercio ilegal de marihuana por el crimen organizado.

Generalmente esos derechos son después precisados, extendidos o limitados por el legislador para evitar abusos o excesos.

La descriminalización en materia de suicidio asistido ha sido planteada varias veces en Canadá en algunos casos emblemáticos. La negativa de la Corte Suprema en 1993 a la asistencia a morir de Sue Rodríguez enferma de esclerosis lateral amiotrópica, apoyada por el diputado del Nuevo Partido Demócrata de Columbia Británica, Svend Robinson, está en filiación con la decisión de la Corte Suprema en febrero de 2015. En efecto ella se refirió a los muy semejantes caos de Kay Carter y Gloria Taylor.

Que las fronteras son complejas lo mostró la reacción en el caso de Robert Latimer que mató por compasión a su hija minusválida y fue condenado a prisión perpetua y muy criticado por las organizaciones de minusválidos.

Sin embargo la exigencia del ejercicio del derecho a la autonomía de cada canadiense frente a la muerte es vista como una necesidad. Varios enfermos desahuciados por el sistema de salud han decidido obtener el suicidio medicamente asistido en Bélgica, donde es legal.

La via quebequense de los cuidados en fin de vida 

Otra posibilidad podría seguir el ejemplo de la ley quebequense concerniente a los cuidados en fin de vida que establece que la ayuda médica a morir forma parte de los tratamientos de fin de vida y que sólo puede darse cuando el enfermo está en plena posesión de sí, cuando está desahuciado a corto plazo y cuando los dolores son intolerables.

La ley quebequense es diferente de una ley que autoriza bajo ciertas condiciones la eutanasia, como la que existe en Bélgica.

La lógica de la ley quebequense, más conocida como Morir en la dignidad, tiene la particularidad de inscribirse en la división de poderes en el sistema federal canadiense.

Ella se inserta en la extensión de la de la jurisdicción provincial en materia de salud y no en el código criminal que es de jurisdicción federal.

Valga notar que la ley cuyos criterios de aplicación buscan evitar, en la medida de lo posible, los excesos y errores, de la asistencia médica al suicidio, recogió un gran consenso social en Quebec.

Pero se debe recordar también que los opositores argumentaban la inconstitucionalidad de la ley quebequense basándose en los artículos del código criminal de jurisdicción federal que la Corte Suprema invalidó en febrero de 2015. Ellos esperaban que Ottawa repusiera artículos semejantes. Una posición que el saliente gobierno de Stephen Harper apoyaba porque sus abogados habían apoyado a esos oponentes.

¿ Un largo camino ?

80% de los canadienses apoyan el el derecho al suicidio medicamente asistido

80% de los canadienses apoyan el el derecho al suicidio medicamente asistido

El primer paso previsto por el gobierno de Justin Trudeau es el del funcionamiento a partir de mañana lunes de un comité conjunto de diputados y senadores que deberá entregar un informe a fines de febrero para que Ottawa formule un proyecto de ley que debiera adoptarse antes de las vacaciones de verano.

El gobierno Trudeau cuenta con la mayoría parlamentaria suficiente para aprobar la ley que decida. Es la naturaleza de un gobierno mayoritario en el sistema de parlamentarismo británico que existe en Canadá. Pero el tema es demasiado complejo para esa estrategia.

Con la ley quebequense concerniente a los cuidados de fin de vida, y con la decisión de la corte suprema que invalida artículos que criminalizan el suicidio asistido, Canadá entra al pequeño club de Estados que aprueban diversas formas de suicidio asistido como Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza y algunos Estados de Estados Unidos (Oregón, Washington, Montana y Vermont).

Un avance importante de los derechos y libertades individuales, porque significa reconocer que no hay nada más personal que el ejercer el derecho a decidir de manera autónoma frente a la muerte, cuándo se enfrenta el fin de la vida sin otra alternativa que la de dolores intolerables. Cada quien puede decidir de acuerdo a sus valores y a su conciencia y es lo que debe garantizar la ley. La ley debe garantizar que el ejercicio de ese derecho fundamental se ejerza en las mejores condiciones y de la manera más digna posible.

Esta entrada ha sido publicada en Canada/Quebec y etiquetada como , , , . Guarda el enlace permanente.