Venezuela: elecciones legislativas 2015

La noticia que ocupa la atención en América latina esta semana, son las elecciones legislativas de mitad de mandato en Venezuela, revisadas por una misión observadora de Unasur. Aunque se trata solamente de elecciones al parlamento y que faltan 3 años para las presidenciales de 2019, las elecciones legislativas cobran gran importancia porque, si se cumplen los pronósticos de control mayoritario de la Asamblea Nacional por la oposición derechista entrarían en riesgo los avances sociales del chavismo y la estabilidad del gobierno dirigido por Nicolás Maduro. 
Una gran novedad porque de las 20 elecciones realizadas desde 1999 en Venezuela, el Chavismo solo perdió el referendo de 2007 para reformar la Constitución.
Creemos que las elecciones legislativas revelan el desgaste del chavismo, producto del impacto de la crisis económica creada por la caída del precio del petróleo, por la escasez, la inflación y los avances de la oposición dominada por corrientes de extrema derecha.
¿Se trata del primer síntoma de una sana alternancia en el poder luego de 16 años de chavismo?
Una situación que en un contexto de fin de ciclo de gobiernos progresistas en la región, recuerda que el desafío del chavismo es, que si desea evitar la alternancia en 2019, debe renovarse profundizando los cambios estructurales necesarios para el mejoramiento de las condiciones de vida de los venezolanos en el nuevo contexto de 2015. Veamos algunos antecedentes.

Las elecciones

Hoy 6 de diciembre más de 19 millones y medio de ciudadanos venezolanos deben concurrir a las urnas para todos los escaños de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela. Los diputados electos asumirán el 5 de enero de 2016 y ejercerán sus funciones durante 5 años, hasta 2021. A diferencia de otros países latinoamericanos, Venezuela no cuenta con la influencia moderadora de un Senado. Un detalle importante para estas elecciones porque el electorado puede efectivamente dar un vuelco sin moderaciones. Las elecciones respetan la representación proporcional de acuerdo a lo establecido en la Constitución de 1999 con la combinación de 113 por voto nominal y 51 por voto lista.
La Asamblea Nacional saliente estaba dominada por la coalición gobernante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el Consejo Nacional Indio de Venezuela (CONIVE) con 98 de los 167 escaños. La oposición, agrupada en la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvo 65 escaños.

El impacto de una victoria de la oposición

Los observadores estiman que las corrientes más radicales, dominantes en la oposición, intentarán destituir al presidente Nicolás maduro. Para hacerlo, la derecha debe obtener una mayoría de 84 de los 167 escaños y además ganar un referendo para acortar su mandato. La otra posibilidad, la de cambiar la Constitución es muy remota porque se requiere la mayoría absoluta (112 escaños), algo que las encuestas no prevén. Está claro entonces que tras las elecciones legislativas de hoy, Nicolás Maduro seguirá siendo el presidente, aunque le desagrade a la oposición del MUD. Además, algunos observadores esgrimen que el parlamento saliente puede otorgarle una extensión de la ley habilitante que termina el 31 de diciembre, lo que le permitiría gobernar por decreto a pesar que la cohabitación con la Asamblea Nacional no funcione.
Todo anuncia que se radicalizará la polarización política entre el Chavismo y la oposición. Por lo pronto, la oposición intentará aprobar una amnistía para la liberación de unos 75 presos políticos, entre ellos Leopoldo López, el líder del Partido de extrema derecha, Voluntad Popular, condenando a 14 años de cárcel por incitación a la violencia en las movilizaciones para obtener la renuncia de Maduro en 2014 y que dejaron 43 muertos. Está claro que la posición dominante es la de buscar romper la revolución bolivariana comenzando con la destitución de Maduro.
La ofensiva contra la revolución bolivariana, cobró nuevo impulso internacional con la carta firmada, entre otros, por el presidente español Mariano Rajoy, David Cameron, primer ministro del Reino Unido, el primer ministro francés Manuel Valls y ex presidente so jefes de gobierno de España, Felipe González, de Brasil Fernando Henrique Cardoso y de Chile, Ricardo lagos, exigiendo el respeto de los resultados electorales, sean cuales fueren. Una iniciativa de líderes de tendencias derechistas que se inscriben en apoyo directo a la oposición a la Revolución Bolivariana al declarar las movilizaciones de 2014 como pacíficas.

Los desafíos de Venezuela

La campaña de la coalición gobernante del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, rechaza la carta de los lideres internacionales. Por su parte el presidente Nicolás Maduro planteó : “En caso que la revolución perdiera el 6 de diciembre, la vida continua y la revolución tomaría un nuevo carácter.”
En ese marco, insistió en que la victoria de la oposición amenazaría los programas sociales del chavismo denunció los intentos sediciosos de la derecha nacional e internacional.
Sin embargo, lo cierto es que las elecciones legislativas se realizan en el marco de una crisis económica producto de la caída de los precios del petróleo, de una inflación galopante que aceleró el desgaste de la revolución bolivariana y del Chavismo bajo el gobierno de Maduro.
Para algunos, ella se inscribe en el creciente proceso de alternancia en el poder que acarrea un retorno de las fuerzas conservadoras al poder en América Latina. Ello se expresa en las crecientes dificultades electorales de las tendencias progresistas en los gobiernos de varios países y la derrota del peronismo progresista en Argentina.
Se acabó el ciclo de redistribución de ingresos y programas sociales gracias a la renta petrolera. Algunos recuerdan que el chavismo no ha terminado aún no ha establecido las bases del socialismo del siglo 21, como lo planteara en 2012 el fallecido presidente Hugo Chávez Frías en el discurso llamado “Golpe de timón”.

Esta entrada ha sido publicada en América Latina y etiquetada como , . Guarda el enlace permanente.