El domingo 20 de diciembre, con la participación del 73% de los electores, los ciudadanos españoles cambiaron época: Por un lado, castigaron el gobierno derechista de Mariano Rajoy y sus políticas de austeridad porque el Partido Popular pese a ser el partido más votado, no tiene mayoría para gobernar España. Por otro lado, eligieron al Congreso de diputados más fragmentado de su historia, terminando así con el bipartidismo entre el derechista Partido Popular y la centro izquierda del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que domina desde hace 33 años la política española.El Partido Popular de Mariano Rajoy obtuvo el 28,72% de los votos, con lo que eligió 123 escaños, pero perdió la mayoría absoluta que tenía en el Congreso de Diputados saliente. Perdió 63 escaños con respecto a los 186 escaños con que fue elegido en 2011. Está lejos de poder elegir al presidente y tendrá que buscar el apoyo de 53 miembros del parlamento para llegar a la mayoría de 176 escaños sobre los 350 con que cuenta el Congreso español.
También el Partido Socialista Obrero Español de Pedro Sánchez, bajó en su votación al 22,01%. Sacó 20 escaños menos que en 2011, pero sigue siendo la segunda mayoría con 90 escaños.
La gran sorpresa fue que Podemos, un partido con apenas un año y medio de vida, que con el 20,66% de los votos y 69 escaños se transformó en la tercera fuerza política de España.
Finalmente, Ciudadanos otro partido, derechista en este caso, surgido frente a la crisis económica, obtuvo con el 14% de los votos, 40 Diputados, menos sin embargo de lo esperado, porque se suponía que podía aliarse como nueva derecha para permitir la continuidad del gobierno de Mariano Rajoy.
Como se recordará, España es una monarquía parlamentaria, semejante a la canadiense, donde el poder legislativo representado en las Cortes Generales ejerce el poder ejecutivo y las funciones legislativas. La diferencia es que se elige un Presidente que debe ser ratificado por las Cortes Generales. El sistema político español es complejo por la existencia de partidos regionales y nacionalistas que pueden también tener la balance del poder.
¿ Inestabilidad gubernamental ?

Mariano Rajoy (Partido Popular)
El Partido Popular obtuvo una victoria con gusto amargo. Tiene el desafío de formar un gobierno de coalición y no son muchos los partidos interesados en aliarse con él. Ya, Podemos y el PSOE han señalado que no le salvarán. Si no consigue hacerlo al interior de dos meses, podría haber nuevas elecciones. También es posible que otra coalición pueda formar el gobierno. Los observadores estiman que Rajoy seguirá de presidente gracias a la abstención de otros partidos. Lo que está claro sin embargo es que los españoles no quieren más políticas de austeridad.
La crisis del Partido Socialista Obrero Español, PSOE

Pedro Sánchez (PSOE)
El PSOE podría efectivamente aliarse al PP para formar un gobierno estable (213 escaños), pero el ascenso de Podemos le amenaza porque capitalizó de la impopularidad del gobierno de Mariano Rajoy. No así el PSOE, percibido como un partido tradicional. Por ello es que no le conviene entrar en una coalición de partidos tradicionales dominada por Mariano Rajoy.
Por otro lado, es muy difícil que se imite la coalición de izquierda que se formó en Portugal en reemplazo del Partido de derecha, que también perdió plumas en las elecciones de hace unas semanas. Principalmente porque una coalición con Podemos tendría solamente 161 escaños, 15 menos de la mayoría. Se ve muy difícil que el PSOE, se alié a los partidos nacionalistas porque es muy centralizador. Además, una coalición que incluya Podemos y Ciudadanos es también difícil por la posición de Ciudadanos respecto de la cuestión plurinacional.
Ciudadanos. Sabor agrio de la naranja
El publicitado partido de profesionales de centro-derecha, Ciudadanos, una reacción tecnocrática, derechista y centralizadora para reavivar la centro-derecha, fracasó en el intento de entrar por la puerta grande de la democracia española. No consigue aportarle los escaños necesarios para la reconducción estable de Mariano Rajoy, y están lejos de ser la balanza del poder. Por otro lado, uno de sus objetivos centrales, el de la unidad de España contra los nacionalismos perdió fuerza al perder en su región de origen, Cataluña. Su mensaje de la indivisibilidad del estado español no cuaja.
Podemos. Los desafíos de la nueva izquierda europea

Pablo Iglesias (Podemos)
El Secretario general del Partido Podemos, Pablo Iglesias, señaló que ha “nacido una nueva España”. “Se acabó el sistema del turno”. Podemos es la nueva izquierda europea. Una cristalización del movimiento social de los Indignados, frente a las políticas de austeridad impuestas por Mariano Rajoy, siguiendo al pie de la letra los dictados de la Comunidad Europea, dominada por la Canciller Alemana, Angela Merkel. Un movimiento semejante pero con características propias respecto de Syriza en Grecia. Muchos esperamos que no termine claudicando como lo hizo esa nueva izquierda griega.
El efecto de las elecciones es que Podemos tiene la balanza del poder. Fue el partido más votado en Cataluña y en el país Vasco y quedó en segunda posición en Madrid,, Valencia, Galicia, Baleares y Navarra. Reconoce el carácter plurinacional de España, “un país de países”. Propone cambios constitucionales para la defensa de derechos, del sistema electoral y propone la revocabilidad de gobiernos. Es evidente que Podemos está destinado a crecer. Los observadores coincidimos que es el actor principal de un cambio fundamental en el sistema político español con el fin del bipartidismo y la apertura a una situación de crisis de los partidos tradicionales.
Preocupaciones en Europa
Los resultados de las elecciones en España, lanzan un mensaje importante a toda la nueva izquierda del viejo continente y en el mundo. El de la posibilidad cierta de construir nuevos partidos que renueven la política desde una perspectiva progresista que no sigue los dictados de las instancias de la globalización y el pesimismo de que no hay otra alternativa que la del neoliberalismo. Ciertamente, la Comunidad Europea ya comienza a agitarse para exigir la estabilidad de gobierno en España y que el gobierno mantenga sus políticas de austeridad, pero es indudable que existe un nuevo contexto.