Los adjetivos para calificar al 45º presidente de Estados Unidos de América (EUA) Donald Trump expresan el temor e incertidumbre que provoca su llegada a la cabeza de la que sigue siendo la primera potencia mundial. Las decisiones ejecutivas adoptadas en su primera semana en la oficina oval de la Casa Blanca confirman esos temores. Más allá de los adjetivos hay una política ultraconservadora y coherente que busca fortalecer la economía de EUA rompiendo con el sistema internacional surgido de las ruinas de la segunda guerra mundial.
El estilo Trump
Hay consenso en que Trump es racista, misógino, mentiroso, arrogante, imprevisible, que usa Tweeter para imponer su agenda populista de ultraderecha, despreciando la prensa. Que es un hombre sin credibilidad, sin honor, sin experiencia, con poca legitimidad electoral. A su estilo post-factual, su encargada de prensa agregó el domingo pasado la prerrogativa de recurrir a ¡hechos alternativos! La verdad fue la primera derrotada de la era Trump.
El presidente misógino provocó la mayor marcha de las mujeres de los últimos años el día siguiente de su entronización en Washington, Montreal y otras ciudades. Una movilización justificada ya que porque por decreto suspendió el financiamiento de las ONG que apoyen la defensa de los derechos reproductivos en el mundo. El gobierno Holandés reaccionó a esta violación de los derechos de las mujeres creando un fondo para el aborto seguro. La guerra contra esos derechos se acompaño de la participación del Vicepresidente de Trump Mike Pence en la marcha por la vida (contra el aborto) hacia la Corte suprema que en 1973 en la causa Roe vs Wade declaró la libertad de elección de las mujeres. Es la primera vez que un miembro de la Casa Blanca participa en ese tipo de encuentro. Los canadienses se han declarado en estado de movilización contra este y otros atentados del presidente Trump contra valores de equidad de género que forman parte de los valores compartidos por la gran mayoría de los canadienses.
Cierre de fronteras contra latinoamericanos y el islamismo radical
Acostumbrándose rápidamente a gobernar por decreto como los dictadores, Trump ha confirmado que el América First significa el cierre de sus fronteras. Firmó el miércoles la orden ejecutiva para terminar la construcción del muro en toda la frontera con México para impedir la entrada de inmigrantes latinoamericanos. Anunció también el fin del financiamiento de las ciudades santuario que albergan los indocumentados. Confirmó que expulsará una cantidad indeterminada de inmigrantes latinoamericanos indocumentados y llevara a cabo la amenaza de expulsión inmediata de latinoamericanos. Trump cumplió con su base social xenófoba.
La arrogancia de Washington a través de su portavoz Sean Spicer que amenazó con imponer derechos de aduana de 20% para los productos mexicanos para financiarlo llevó a un conflicto diplomático. El obsecuente presidente mexicano Enrique Peña Nieto cedió finalmente a las presiones en México y anunció que no viajaría al encuentro previsto el martes próximo. Ahora el impasse entre los dos países es de incierta resolución y puede despertar el nacionalismo anti yanqui amortiguado dese la firma del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte en 1994.
Canadá no aparece aún amenazado directamente por el cierre de la frontera como ocurre con México. Trump no ha proferido amenazas en ese sentido, pero gente de su entorno las propone. Canadá ya sufre los efectos de la llegada de Trump con el aumento exponencial de refugiados en los puestos fronterizos con EUA.
Veto a inmigrantes y refugiados
El viernes 27 de enero a las 4:42 de la tarde, para proteger los EUA del islamismo radical el nuevo presidente estadounidense Donald Trump agregó al cierre de la frontera sur la suspensión por 4 meses la acogida de refugiados y prohibió la entrada a EUA de todos los portadores de pasaportes de 7 países de mayoría musulmana: Siria, Iraq, Sudan, Irán, Libia, Somalia y Yemen.
La aplicación de la medida causó confusión. Cientos de visitantes de esos países fueron detenidos en los aeropuertos. Incluso los portadores de doble nacionalidad. Finalmente se aclaró que los portadores de pasaportes canadienses pueden entrar a EUA aunque sean de origen de los 7 países musulmanes. Un juez federal de Brooklyn bloqueo parte de la orden presidencial aplicándose a los con doble ciudadanía. Ya hay demandas judiciales para declarar inconstitucional el decreto presidencial. Personeros republicanos como el senador John McCain criticó la medida. Los aliados de EUA (Paris, Bonn y otras capitales) condenaron la medida por la amalgama planteada entre el terrorismo y la religión musulmana. Ella no reducirá la amenaza terrorista según los expertos.
El primer ministro canadiense usó Tweeter para lanzar mensajes de bienvenida a los refugiados, en crítica velada al decreto de Donald Trump. Canadá acogerá los refugiados sin consideración a su fe. Eso aunque las líneas aéreas canadienses aplican la política de no dejar subir a sus vuelos a quienes caen bajo la medida. Un gesto que fue criticado por los conservadores de Rona Ambrose. Como se recordará. El ex primer ministro conservador Stephen Harper fue criticado por preferir refugiados sirios cristianos antes que musulmanes en 2015.
Guerra final contra DAESH
Donald Trump completó su semana el sábado firmando un decreto dando30 días a sus generales para preparar un plan para vencer a DAESH (Grupo Estado Islámico) y erradicar el islamismo radical. El nuevo ministro de defensa James Mattis debe dar más latitud a las tropas en el combate contra DAESH en el respeto del derecho internacional. En una entrevista el 25 de enero Trump declaró que la tortura obtiene resultados, causando fuertes reacciones y el temor que restablezca la latitud dada por el ex presidente Bush. Una filtrada orden ejecutiva secreta revelada por la prensa permitiría reabrir las prisiones secretas y el uso de la tortura cerrado por Obama en 2009. Un anuncio coincidente con la inversión para reconstruir las fuerzas armadas estadounidenses, el país que ya gasta más dinero en su fuerza militar.
Renegociación del NAFTA.
El gobierno Trudeau que parece experto en las nuevas plataformas, está obligado a mantener lazos amistosos con Washington porque los EUA son el principal socio comercial, político y militar de Canadá y su influencia se manifiesta en todos los niveles y la renegociación del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte es el principal peligro para Canadá.
La política del gobierno Trudeau ha sido el tratamiento con respeto pero no logrará la complicidad de Mulroney y Reagan; ni aquella a fuerza de selfies con Barack Obama. Ya ha comenzado mal porque es una tradición que el presidente estadounidense encuentre en primer lugar al primer ministro canadiense. Todavía no se fija la fecha de un tal encuentro. ¿Se abre la posibilidad de una política exterior propia?
Pero, cuando la economía de EUA estornuda, Canadá (y el mundo según otros) agarra un resfriado. Las economías de ambos países son las más integradas del mundo gracias. Se trata de 2,4 mil millones de dólares diarios. El Acuerdo de libre comercio de América del Norte entre EUA, México y Canadá es una parte importante de esa imbricación que también funciona en políticas de seguridad.
Pero, la economía canadiense es 10 veces menor que la estadounidense, de ahí su fragilidad y más reducido margen de negociación.
La redefinición de la política comercial exterior estadounidense en función de sus propios intereses con acuerdos bilaterales (America First) se concretizó el lunes 23 de enero con decretos que retiraron EUA del Acuerdo Transpacífico, terminaron las negociaciones con la Unión Europea y abrieron la puerta a la reapertura de negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte. El proteccionismo América First, significa establecer relaciones comerciales en función de los intereses estadounidenses, mediante acuerdos bilaterales y no de carácter multilateral que diluyen esos intereses.
La reapertura del ALCAN (NAFTA en inglés) es una pesadilla para el México de Enrique Peña Nieto. El consenso es que no ocurrirá lo mismo con Canadá. Trump envió uno de sus asesores Stephen Schwarzman a la reunión del gobierno Trudeau para tranquilizar los canadienses. Pero se mantiene la incertidumbre. Canadá se plantea renegociar algunos aspectos como el de la madera de construcción que quedaron fuera del NAFTA. Trudeau busca la conciliación, cambió su ministro de relaciones exteriores Stephane Dion, demasiado ecologista, por Chrystia Freeland con un perfil comercial. Las medidas proteccionistas de Trump serán parte de una negociación y se tratará más bien de hacer ajustes antes que cambios substanciales.
¿Contra el cambio climático?
El día 5º en el poder, el martes 24 de enero, Donald Trump firmó el decreto autorizando la construcción del controvertido oleoducto Keyston XL y DAP (Dakota Access Pipelines), revertiendo la orden ejecutiva de Barack Obama. La política económica de Obama es la de favorecer la explotación de energías fósiles como el petróleo y el carbón y reducir la reglamentación de es un freno para las empresas energéticas tradicionales. Retiró Estados Unidos del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático. El gobierno Trump se inscribe abiertamente en el campo de los escépticos sobre las causas humanas del cambio climático. Su presidencia erosiona el liderazgo contra el cambio climático que se había obtenido en Paris en diciembre de 2014.
La política energética de Donald Trump puede influenciar negativamente los planes de transformación energética del gobierno canadiense y el plan acordado con las provincias en torno a la bolsa del carbono. Las declaraciones del gobierno Trudeau saludando la decisión de Washington de autorizar la construcción del oleoducto Keystone XL, lo prueban. Al privilegiar los empleos para la industria petrolera de las arenas bituminosas de Alberta se hace más difícil cumplir los objetivos de eliminación de gases con efecto invernadero.
¿Oportunidad para una política exterior propia?
Creemos que la llegada de Donald Trump es una oportunidad para que Canadá tenga una política exterior propia en un mundo cada vez más multipolar en el cual no puede descansar en el alineamiento con la política exterior de Washington.
La ignorancia de Trump sobre Canadá refleja su poco interés por el país al norte de su frontera. Eso puede ser una posibilidad de sobrevida. Dos ejemplos: escribió en su Tweeter que Estados Unidos nunca debió darle la independencia a Canadá; otra Trumpada fue de calificar a Justin Trudeau como el peor presidente que haya tenido Canadá, desconociendo que en Canadá hay primer ministro. Además Donald Trump que ya ha criticado el sistema de salud canadiense calificándolo de catastrófico y acusándolo de servirle de inspiración al Obamacare que ya prometió eliminar en Estados Unidos.
Adaptarse o desarrollar una política propia. Un desafío difícil para los gobiernos y los ciudadanos canadienses. La política proteccionista de Trump puede permitir diversificar los mercados de la economía canadiense y posicionarla como un líder de primer plano en la transformación energética, la nueva economía con tecnologías no contaminantes del siglo XXI. Se estima que de todos modos, a la larga, el gobierno estadounidense deberá adoptar esa estrategia económica innovadora, bajo Trump o bajo otro presidente futuro.
Estados Unidos sigue siendo importante pero no es más la primera potencia mundial. En número de bombas quizás, pero eso no es más lo más importante hoy día. Hoy día lo que importa son los contactos, los amarres oficiales económicos y culturales. Y en ellos Europa y China sobrepasan largamente a EEUU. Chile ha sido bastante lúcido en desarrollar intensos lazos comerciales con Europa y Asia.